Televisión

Un televisor (también llamado televisión, si bien el término televisión se refiere específicamente al medio de comunicación y no al aparato, aunque se suele usar indistintamente) produce una serie de puntos pequeños sobre una pantalla. Cuándo una persona ve el conjunto de estos pequeños puntos aprecia una imagen completa. Los televisores antiguos utilizaban un tubo de rayos catódicos para producir las imágenes y funcionaban con señales analógicas. Las señales de televisión actuales se transmiten en digital. El paso de analógico a digital permitió la creación de televisores con otro tipo de tecnología, como los televisores de plasma y LCD (liquid cristal display), más compactos y capaces de producir imágenes de mayor resolución.

  Los ojos, el cerebro y la imagen del televisor
Sin importar el tipo de televisor que tengamos delante, el principio básico de funcionamiento es el mismo. Los pequeños puntos de luz producidos en la pantalla de la televisión, llamados píxeles, se iluminan según el patrón específico de la señal de vídeo recibida. Cuándo una persona mira el televisor, los ojos transfieren este patrón al cerebro y el cerebro interpreta dicho patrón como imagen reconocible. El televisor muestra estos patrones de puntos lumínicos cientos de veces por segundo, más rápido de lo que ojo humano puede captar, dando la sensación de movimiento al ver una secuencia de imágenes.

Principales tipos de tecnología en televisores
Actualmente nos encontramos con más tipos de televisores que nunca si atendemos a la tecnología utilizada. Aunque los antiguos televisores de rayos catódicos ya no se ven en las tiendas, aún quedan muchos hogares que los utilizan junto con un conversor de señal digital a analógica que permite que el televisor pueda mostrar la imagen transmitida en las señales de televisión digitales actuales. Los otros tipos principales son los televisores con pantalla de plasma y el LCD (los televisores con tecnología LED y TFT utilizan también pantallas LCD).

  El tubo de rayos catódicos
 El tubo de rayos catódicos, abreviado normalmente como CRT (del inglés Cathode Ray tube), la tecnología de televisión más antigua (inventado en 1897 por Ferdinand Braun, primer televisor en 1926 por John Logie Baird), consiste en un tubo vacío con un extremo estrecho y un extremo ancho. En el extremo estrecho hay un emisor de electrones. Una serie de imanes electromagnéticos guían estos electrones hacia puntos específicos en el extremo ancho del tubo, extremo en el que se sitúa la pantalla que los espectadores miran. La superficie interna de la pantalla está cubierta por sustancias fosforescentes que se iluminan cuándo le chocan los electrones que llegan del otro extremo. Junto a las sustancias fosforescentes también hay plomo para bloquear los rayos X y proteger al usuario de sus efectos. Existen diferentes tipos de sustancias fosforescentes y cada una produce un color distinto. En los televisores a color sólo se utilizan los tres colores básicos: rojo, verde y azul. Con la combinación de estos colores se puede obtener toda la gama que el humano puede ver. Los iones que viajan desde el emisor hacia la pantalla son filtrados y dirigidos hacia los puntos exactos que se necesitan para formar una determinada imagen. Los tubos de rayos catódicos hacen que los televisores sean pesados debido a la gran cantidad de cristal que tienen. Utilizados en televisores de gran pantalla los tubos de rayos catódicos son relativamente ineficientes. Con el desarrollo de nuevas tecnologías fue posible fabricar televisores más ligeros, más delgados y con imágenes de mayor resolución.



Las pantallas de plasma
 Una pantalla de plasma consiste en pequeñas celdas llenas de gas neon y xenon. Cada celda está conectada a un electrodo que al activarse produce una excitación en el gas contenido en la celda. Los gases excitados emiten partículas cargadas, similares a las emitidas por el emisor de electrones del CRT, que interaccionan con las sustancias fosforescentes que recubren el cristal que hay en una de las caras de cada celda. Las sustancias fosforescentes se iluminan y crean la imagen que se ve en la pantalla de la televisión. A mayor número de celdas en la pantalla de plasma, mayor número de píxeles, produciendo una imagen más clara y brillante. Si se comparan las pantallas de plasma con otros tipos de televisores, el plasma produce unos negros más profundos y se consigue un contraste muy alto. Los televisores de plasma también utilizan un número de imágenes por segundo muy alto haciendo que secuencias con mucho movimiento no se vean desenfocadas. Sin embargo, con imágenes estáticas se corre el riesgo de quemar puntos de la pantalla provocando decoloración permanente en la imagen. Este problema era muy común en televisores de plasma antiguos y un problema compartido con los anteriores CRT. Los televisores de plasma tienden a ser más gruesos que los televisores LCD pero muchísimo más delgados que los televisores CRT. En cuánto al consumo eléctrico, los televisores de plasma demandan un alto aporte eléctrico, mayor cuánto más brillo se desee.



Televisores LCD, TFT y LED
Los televisores LCD (Liquid Cristal Display) también utilizan celdas en sus pantallas para crear la imagen. En estas celdas hay filtros rojos, verdes y azules recubiertos por una capa de cristal líquido y puestos entre dos piezas de vidrio. Existen varios tipos de televisores LCD. En los primeros, llamados televisores LCD, cada una de las celdas de la pantalla se conecta a un electrodo encargado de la excitación de la celda necesaria para crear la imagen. En las pantallas TFT cada una de las celdas está conectada a un Transmisor de Película Fina (Thin Film Transistor), tecnología que mejora la calidad de imagen respecto a los LCD con electrodos. Las pantallas LCD requieren de retroiluminación para que la imagen se pueda ver y esta iluminación es generalmente creada con una lámpara fluorescente de cátodo frío. Los televisores con pantallas tipo LCD son muy ligeros y finos pero tienen un ángulo de visionado pequeño y tienen un tiempo de respuesta menor que los televisores de plasma o CRT, lo que hace que las imágenes con mucho movimiento se puedan ver borrosas o desenfocadas. Los televisores LCD más modernos utiliza LED (light-emitig diodes) como fuente de iluminación. Esto hace que sean realmente eficientes en consumo eléctrico requiriendo menos electricidad y haciendo posible televisores aún más delgados. Las pantallas LED además ofrecen una imagen muy viva al emitir blancos muy brillantes.

Televisores OLED
La estructura interna de un televisor OLED es radicalmente distinta a la de los denominados LED aunque sus nombres sean muy parecidos. En un televisor OLED te encuentras con pequeños diodos emisores de luz realizados con materiales semiconductores orgánicos que se encargan de crear las diferentes tonalidades de los colores que queremos mostrar. Esto difiere del funcionamiento de los televisores LED en los cuales se utiliza una pantalla iluminada posterior y unos cristales líquidos que dejan pasar más o menos luz.
Los materiales usados en un televisor OLED se denominan electro fluorescentes que es lo mismo que decir que emiten luz al aplicárseles una corriente eléctrica. Al ser una nueva tecnología se han usado muchos tipos de compuestos y todavía se siguen investigando pero todos tienen una base de carbono y de ahí el termino orgánico.Los OLED no son más que diodos orgánicos emisores de luz .En este caso usamos materiales orgánicos. En estos televisores tenemos un ánodo en un extremo de y un cátodo en el otro de tal manera que podemos aplicar el voltaje entre ellos. Entre este ánodo y este cátodo existen al menos dos capas de semiconductores. En algunos televisores se han usado más de dos capas para mejorar la eficiencia energética.
El funcionamiento por tanto es idéntico a tener millones de pequeños LED orgánicos que generan los distintos colores. Puedes encontrar pantallas AMOLED que se denominan de matriz activa y PMOLED que son pasivas. La diferencia es que las primeras incluyen un transistores para gracias a trabajar con corrientes mas altas mejorar tanto el tiempo de respuesta como la luminosidad de las pantallas.


Smart TV
Básicamente una Smartv Tv es una televisión conectada a Internet, con un software que facilita la gestión de contenidos y la visualización de programas de una manera muy sencilla.
La televisión en sí es como otra cualquiera, con un acceso para la antena de los canales de TDT, y con otros accesos para conectar Canal Digital, Imagenio, etc.
En cuanto a la conexión a Internet, para que nos hagamos una idea, tiene un sistema de funcionamiento semejante al de un móvil: se accede a una zona de aplicaciones en la que se selecciona cualquiera: RTVE, Yomvi, Youtube, Facebook, Twitter, etc. Normalmente vienen por defecto unas 35, pero se pueden añadir o quitar como se desee.
Accediendo a cada una de ellas, la encontraremos adaptada a la TV y la usaremos como ya hemos venido haciendo de manera tradicional, sólo que obviamente la imagen se verá y el sonido se oirá desde la propia TV.

La conexión es muy fácil: basta con que conectemos un cable de red a la tv, o que introduzcamos la clave de nuestro wifi, que nos pedirá durante la instalación del mismo modo que nos pide la sintonización de canales. Es tan sencillo como conectar un móvil a una red wifi.
Una vez hecho esto la TV quedará conectada a Internet, y dispondremos de todas las aplicaciones entrando en la zona Smart a través del selector de conexión.
La Smart Tv dispone de memoria para recordar las preferencias del usuario, de modo que si accedemos a youtube propondrá vídeos semejantes o relacionados a los que ya hemos visto.
Además, podemos conectarla con el Smart Phone de un modo muy intuitivo, y el móvil nos servirá de mando, podremos proyectar en la tv lo que vemos en el móvil, añadir nuevas aplicaciones, ver en el móvil lo que sale en la televisión, y un sinfín de funcionalidades más.
En términos prácticos lo que facilita la Smart Tv es que podamos ver en el momento que queramos la programación que queramos: ya no es necesario ver el telediario a las 21 horas, lo podemos hacer comenzar a las 22 horas. Ya no es necesario esperar la hora de comienzo de una película, la veremos cuando queramos. Ya no es necesario desplazarse a la Tablet o al ordenador para ver un vídeo, un email o un archivo, lo podemos hacer directamente desde la TV.
En definitiva, se trata del  futuro en el presente, y a través de la tecnología nos facilita una mejora en nuestra calidad de vida perceptible al instante.

Televisor 3D
Como con cualquier nueva tecnología lo mejor es apoyarse en lo que ya existe. De esta forma se reducen los costes. Por esto los actuales televisores 3D no son más que plasmas o LEDs a los que se les han añadido ciertas características.
ara que un televisor, que no es más que una pantalla plana, pueda mostrarnos imágenes que a nuestros ojos posean relieves, es necesario engañar al cerebro. Esto es mucho más sencillo de lo que pueda parecer tan solo es necesario que los ojos vean imágenes diferentes y el cerebro al unirlas creara esa sensación de profundidad.


Es decir, es necesario tener dos imágenes con cada una de las perspectivas que vería cada uno de nuestros ojos. Crear contenido entonces es tarea sencilla tan solo tenemos que grabar con dos lentes la escena. Se separan como si fueran ojos de un ser humano o sea a unos 5 cm. Una vez grabado ya tenemos nuestro trozo de película para ser mostrado por un televisor.
Existen sistemas que son capaces de crear cierta sensación de profundidad incluso en imágenes que se han grabado usando técnicas convencionales.

Televisores 4K
El 4K es una nueva resolución de vídeo donde tenemos 4096 x 2160 pixeles, su velocidad de fotogramas por segundos sigue siendo de 24 y la profundidad de color de 8 bits. Así es como define la industria del cine su nuevo formato, el cual denominan 4K DCI.
A partir de ahí la industria del broadcast y televisión lo adoptan con algunas modificaciones dando lugar a lo que conocemos como UHD. Esta variante mantiene las 2160 líneas en horizontal pero reduce las verticales hasta las 3860 (resolución full HD x 2). Esto es para mantener la relación de aspecto 16/9 con la que ya se emite, evitando las molestas bandas negras.
Además del cambio de resolución tenemos un aumento de la profundidad de color que permite usar vídeos de 10 o 12 bits. Más unas tasas de fotogramas por segundo entorno a los 50 o 60 cuadros. Claro que hay quien espera poder ver hasta 120 fps, un valor que consideran más óptimo para emisiones como partidos de fútbol pero ese es ya un tema más complicado porque los costes de fabricación de televisores así impiden que las marcas lleguen a un compromiso de precio y calidad con los usuarios. Por tanto, por ahora las idea de UHD es ofrecer contenido con resolución de 3860x2160 pixeles, 10 bits de profundidad de color y 50 o 60 fps.

El principal y más claro beneficio del formato UHD es una mayor definición. Las imágenes cuentan con más pixeles y se pueden conseguir imágenes tan detallas que permiten apreciar fácilmente detalles como el vello del brazo o el césped en un partido de fútbol. Además, el aumento de pixeles en el mismo tamaño de pantalla hace que suba la densidad pixeles, haciendo que el usuario pueda disfrutar de estas pantallas a una distancia menor que una pantalla con misma diagonal pero resolución Full HD.
Y junto a la resolución y una distancia de vísionado menor se suma la representación del color. Mucho más realista, las imágenes lucen mejor, con un mayor rango dinámico y sin saltos apreciables en degradados.





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